Baal HaSulam, “La sabiduría de la Cabalá y la filosofía”: Y como
el Rey Salomón no pudo evitar que Asmodeo se sentara en su trono, pretendiendo
ser él en cuando él arribó a Jerusalén, los sabios de la Cabalá observan la
teología filosófica y se quejan de que ellos han hurtado la cáscara superior de
su sabiduría, la cual Platón y sus predecesores Griegos han adquirido al
estudiar con los discípulos de los profetas de Israel. Ellos han robado los
elementos básicos de la sabiduría de Israel y vistieron un manto que no es de
su propiedad. Hasta este día, la teología filosófica se sienta en el trono de
la Cabalá, siendo la heredera de su ama.
Los filósofos griegos estudiaron de los
profetas ya que la Cabalá estaba abierta para todos desde la época de Abraham.
Sin embargo, no pudieron ascender hasta la altura del alcance espiritual porque
esto exige enormes esfuerzos. Es por eso que los filósofos tomaron sólo la
parte externa de esta sabiduría, su objetivo no era corregir la naturaleza
humana, sino sólo adquirir conocimiento.
El primer signo mediante el cual puedes
distinguir a un cabalista es ver de quién es estudiante. Es imposible recibir
alcance espiritual sin ser un devoto, estudiante cercano de un verdadero
cabalista. Aun cuando ser un estudiante de un cabalista genuino todavía no
garantiza el éxito espiritual, al menos es la primera condición necesaria para
llegar a ello.
El segundo signo de un cabalista es que
el método que está ofreciendo debe estar dirigido sólo hacia corregir el
egoísmo del hombre. Esto es precisamente lo que coloca a la Cabalá aparte de
los antiguos filósofos Griegos (religiones, creencias, métodos espirituales, y
etc.). Ellos hurtaron la cubierta externa de la Cabalá (el discurso de los
mundos superiores, el mundo por venir, recompensa y castigo, y en adelante) y
comenzaron a usarlo y desarrollarlo egoístamente, con el fin de manipular antes
que corregir la naturaleza humana.
Esos son los dos signos principales que
diferencian a un cabalista de un no cabalista. Más aun, no sólo la filosofía
sino todos los métodos en general, incluyendo los científicos, empleados por el
hombre con la esperanza de corregir el mundo y alcanzar una vida mejor,
corregida, y más o menos soportable, eventualmente demuestran su falsedad.
Así, sólo una persona que estudió de un
reconocido cabalista puede ser él mismo un cabalista. Un auténtico cabalista
ofrece además un método de corrección del egoísmo, no toda clase de “milagros”
o acciones físicas con la ayuda de las cuales se supone que uno recibe
recompensa y castigo desde Arriba.
En otras palabras, esto no es ni
religión ni un sistema de creencias, ni filosofía ni teología, y ni siquiera
las ciencias naturales de nuestro mundo, sino un método para corregir nuestro
egoísmo con el propósito de alcanzar la unidad y el amor. Este método puede
revelarse a las masas sólo después que la humanidad se convenza de que todos
los otros métodos no pueden llevarla a la salvación.
(De la Lección diaria de Cabalá, “La sabiduría de
la Cabalá y la Filosofía”, laitman.es)
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