El alfabeto
hebreo que acompaña a los escritos cabalísticos desde su origen, fascina, intriga.
¿Cuál es el secreto imbuido en estas letras?
“¡Cambié mi nombre!
Desde hoy me llamo Luz en lugar de Lucía. Estoy segura que este cambio me
abrirá el camino a cosas buenas en la vida y me hará mucho más feliz”.
Este tipo de
declaraciones se ha oído miles de veces. Muchos piensan que al cambiar el
nombre con el que nacieron, transformarán su destino para bien. Creen en el
poder místico y espiritual de las letras hebreas, utilizándolas como amuletos, en
meditaciones y en las Cartas del Tarot. Nos preguntamos, entonces, ¿dónde yace
la verdad?
La auténtica
sabiduría de la Cabalá afirma que aunque a un individuo le ayude
psicológicamente el cambiar su nombre – especialmente si está convencido de que
el nombre con el que nació le ha traído mala suerte– esta simple modificación
no trae un cambio verdadero en la vida.
EL MUNDO FUE
CREADO CON LA LETRA BET
“Cuando Quiso
crear el mundo, vinieron a verlo [Al Creador] todas las letras en orden
descendiente desde la última hasta la primera, y la final –la letra Tav– entró primero.
Le dijo al Señor: ‘Maestro del Universo, es bueno para Ti crear conmigo el
mundo…porque soy la letra final de la palabra Verdad (Emet, en hebreo). Y
Verdad es Tu nombre. Es muy adecuado para un Rey comenzar con la letra de la
Verdad y usarme para crear el mundo’. Le respondió el Señor: Eres bella y
honesta, pero no eres adecuada para la creación del mundo…”, (“Artículo de las Letras”,
Preámbulo del Zohar).
Así comienza
Rabí Shimon Bar-Yojai el “Artículo de las Letras” del Libro del Zohar que
revela el secreto de las letras hebreas. En su lenguaje pintoresco nos describe
cómo se presentó cada una de las letras ante el Creador, pidiéndole ser usada
para crear el mundo.
Se presentaron en orden descendiente: la letra final del alfabeto –Tav– al principio, y la primera letra –Alef–, al final. El Creador “escucha” el pedido de cada una de 2 Bet –segunda letra del alfabeto hebreo las letras, les permite argüir su petición, y decide finalmente crear el mundo con la letra Bet.
Se presentaron en orden descendiente: la letra final del alfabeto –Tav– al principio, y la primera letra –Alef–, al final. El Creador “escucha” el pedido de cada una de 2 Bet –segunda letra del alfabeto hebreo las letras, les permite argüir su petición, y decide finalmente crear el mundo con la letra Bet.
“La letra Bet
le dijo: ‘Maestro del Universo, es bueno para Ti crear conmigo el mundo, porque
conmigo te bendicen Arriba y abajo (Ésta es la primera letra de la palabra Bendición
en hebreo: Brajá). Le respondió el Creador: por cierto crearé el mundo
contigo…”, (“Artículo de las Letras”, Preámbulo del Zohar).
¿Por qué se
creó el mundo con la letra Bet? Y ¿qué tiene que ver esta historia cabalista,
cautivadora, con nosotros?
DE ABAJO HACIA
ARRIBA – DE TAV A ALEF
Según la
Cabalá, cada una de las 22 letras hebreas representa un proceso espiritual
interno, un estado espiritual específico que ocurre internamente. Cuanto más
uno avanza en su camino espiritual hacia el Creador, más partes de la realidad
espiritual descubre. Cada fase de este progreso es considerada el
descubrimiento de una “letra” adicional.
El individuo
asciende la escalera espiritual en orden alfabético, atravesando el mismo
trayecto que el Creador utilizó creando las letras, sólo que el individuo lo
hace de abajo hacia Arriba, desde la letra final hasta la primera. Comienza con
la letra Tav, adquiriendo cada una de ellas, hasta llegar a la letra Bet, que
representa el trato perfecto del Creador al creado. Este avance comienza desde el
estado en el que estamos hoy día, inconscientes de toda percepción espiritual,
y culmina con la revelación del pleno estado espiritual.
¿QUÉ ES LO QUE
SE ENCUENTRA DETRÁS DE LAS LETRAS?
La letra Bet
proviene originalmente de la Sefirá de Biná. Ésta representa la actitud de amor
y entrega del Creador hacia el ser humano. Después que el hombre descubre este
trato internamente, comienza a reproducirlo, a amar y otorgar como el Creador,
adquiriendo la capacidad de percibir el mundo espiritual en el proceso, hasta
alcanzar el nivel final del Creador Mismo.
Este completo
proceso espiritual está detallado en un lenguaje críptico en la Biblia. El
cabalista que ya se ha elevado al nivel espiritual es capaz de descubrir el
significado espiritual oculto en las Escrituras detrás de las formas de las
letras y palabras.
LA RAÍZ DEL
ALMA – EL NOMBRE VERDADERO
Las
combinaciones que forman las letras entre sí nos muestran las diversas posibilidades
de revelación del trato del Creador a nosotros. El orden en que se escriben y las
conexiones entre ellas, crean en el hombre un cambio constante de sentimientos.
Para quien
descubre el secreto de las letras, la lectura del texto cabalista se convierte
en una experiencia real, mediante la cual percibe el mundo espiritual y siente
la combinación única de las letras que componen su nombre. El grado espiritual
que alcanzó es lo que le otorga al hombre su nombre.
Cuando uno se
eleva al próximo grado espiritual, su relación con la Fuerza Superior cambia y
trae consigo un cambio de letras, resultando en un nombre nuevo que concuerda
con el nuevo grado obtenido.
Sólo cuando
alcanza el último escalón, llegando a la raíz individual de su alma, el ser
humano recibe su nombre final, el verdadero. Puesto que cada uno de nosotros tiene
una raíz distinta de alma, cada uno tiene un nombre diferente.
Por lo tanto,
un cambio artificial de nuestro nombre no nos ayudará a obtener una vida mejor.
Sin embargo, si deseamos saber cuál es nuestro nombre verdadero, es decir, cuál
es la raíz de nuestra alma, realmente mejorando nuestra vida en el proceso,
debemos elevarnos hacia el mundo espiritual y descubrirlo.
(Por Rav Dr. Michael Laitman , "La Voz de la Cabalá")
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