¿Cómo es un cabalista? ¿Puede ver a través de las paredes? ¿Vive recluido, meditando todo el día y conformándose con lo estrictamente indispensable? ¿Puede manipular los sentimientos y los pensamientos de otras personas? ¿Podría parar un tren con la fuerza del pensamiento?
Un cabalista es una persona que estudia la naturaleza y descubre su fuerza unificadora. Esta fuerza produce la energía que ha construido el Universo entero. Consideramos esta fuerza como el Creador y estudiamos cómo nosotros podemos afectarla y cómo ella responde a nuestras acciones. Esto es lo que llamamos la sabiduría de la Cabalá.
Vemos que todas las ciencias naturales que estudian el mundo corporal, el inanimado, vegetativo, y los niveles animados, tanto como la sabiduría de la Cabalá, se derivan del conocimiento de esta fuerza global, la cual afecta todos los niveles de la materia o deseo. Por lo tanto, la sabiduría de la Cabalá que estudia esta fuerza unificadora y su efecto sobre la materia, ha creado la ciencia más general. Y todas las otras ciencias están incluidas en ella.
Un cabalista no cambia las condiciones externas como lo hace un científico, sino que cambia sus atributos internos y estudia el cambio en la percepción interna del mundo.
Un cabalista estudia la naturaleza en el nivel del ser humano, Adam, derivado de la palabra hebrea “Domé”, parecido al Creador, dado que se nos ha dicho que el Creador creó al hombre a Su imagen y semejanza.
Por lo tanto, cuando estudiamos al hombre como lo sugiere la sabiduría de la Cabalá, aprendemos acerca del Creador mediante el estudio de nosotros mismos, y como resultado, cambiamos nosotros mismos hasta volvernos como Él.
El hecho es que al cabalista sólo le preocupa su armonía con la fuerza que da la vida a toda la realidad que se llama La Luz Superior. Cuando uno logra conectarse con esta Luz Superior, uno se transforma interiormente y empieza a sentir nuevas sensaciones. La verdad es que lo que uno siente son los atributos de la Luz Superior, los atributos del amor, del otorgamiento, la perfección y la eternidad. La relación del cabalista con la Luz Superior se llama “Mundo Superior”, un reino más allá del tiempo y el espacio.
Como resultado de las transformaciones interiores del cabalista, su relación hacia los demás también cambia. Naturalmente empieza a experimentar amor hacia otras personas como si fueran muy allegadas. La razón es que, él se encuentra absorto en su relación con la Luz Superior y puesto que la Luz Superior es amor y otorgamiento, el cabalista adopta estos atributos.
Sin embargo, no es esto algo que necesariamente se va a notar desde fuera. Un cabalista no cambia porque alguien le enseña a comportarse y le predica principios morales o porque ha leído sobre “superación”. Cualquier transformación de su actitud ocurre naturalmente, sin coerción ni instrucción externa.
La Cabalá sostiene que cualquier enseñanza o actividad que restringe a la persona está equivocada. No podemos imponer un comportamiento a una persona, porque sencillamente es inútil. Por lo tanto, la educación cabalista no trata de suprimir ninguno de nuestros hábitos o preferencias. Más bien, la Cabalá guía a la persona a lograr un equilibrio y armonía con su Naturaleza interior y únicamente si la persona lo desea. Con la Cabalá uno aprende los atributos de la Luz Superior, como lograr el contacto con ella y como ser similar a ella.
Por lo tanto, no hay coerción en la enseñanza de la sabiduría de la Cabalá a las personas. Cuando al Rav Kook, al notable cabalista del Siglo Veinte, le preguntaron quién podía estudiar la Cabalá, su respuesta fue, “Cualquiera que lo desee.” Y, de hecho funciona también a la inversa. No se puede realmente estudiar la Cabalá si no se desea, porque lo que se estudia, que es la conexión con la Luz Superior sólo puede percibirse específicamente en el deseo. Así pues, sería incorrecto obligar a alguien estudiarla, pues no traería resultado alguno.
Hoy en día, la Cabalá está disponible a todos, y quien quiera pude conocer a la Luz Superior, sus cualidades y como lograr armonizarse con ella. ¡No esperes más, revela al Creador en esta vida y conviértete en un cabalista verdadero!
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