La Cabalá incluye la investigación de dos sistemas paralelos,
totalmente iguales, con los que podemos alcanzar la Meta de la Creación. El
primer sistema se llama: "el orden de descenso a los mundos, Partzufim y
Sefirot"; y al segundo sistema se le llama "logro" o
"niveles de logro para alcanzar la Fuerza Superior." La única
diferencia entre estos dos sistemas idénticos es que el primero está edificado
de arriba hacia abajo, partiendo de la primera causa, o el Creador, en el Mundo
del Infinito hasta lo extremo opuesto que es la parte más baja de nuestro
mundo; y el segundo sistema que se inicia en nuestro mundo y asciende hacia la
causa primera, repitiendo con precisión todos los estados y conexiones que
componen la estructura del primer sistema.
Al ir ascendiendo el hombre a través de los niveles del segundo sistema, va subiendo cada nivel que lo va a regresar a la Fuerza Superior Regente, paso a paso, conforme a las leyes y principios con que se formaron estos niveles desde la causa primera hasta el estado de "nuestro mundo". Por lo tanto, el primer sistema no es otra cosa que un modelo cuya razón la determina la necesidad de la existencia de la Meta del Universo, es decir, que toda la humanidad regrese hasta el Creador, o la concreción del primer sistema. En consecuencia, la revelación del Creador no es cuestión de un instante; toma su tiempo adquirir las cualidades que nos permiten percibir todos los fenómenos y atributos de los niveles descendentes hasta que logremos comprender su variedad. El proceso de expansión sucesiva de las Fuerzas Superiores de arriba hacia abajo nos señala el ritmo, paso a paso, que debemos seguir en nuestras investigaciones y lograr ascender de abajo hacia arriba en la misma forma en que subiríamos una escalera; por eso a los niveles de logro se les llama "escalones".
Cuando el hombre está en el nivel más bajo no se imagina que podría ascender hasta el nivel más alto; después de todo no lo percibe, así que ¿cómo desear algo que se desconoce? El ascenso se hace factible porque la parte más baja del Nivel Superior desciende hasta la parte más alta del nivel más bajo, dándole al hombre la sensación de su presencia, de la diferencia entre los niveles y entender lo que tiene que hacer para subir al siguiente nivel.
El logro sucesivo de todos los niveles está predeterminado: cada peldaño que se sube es más alto que el anterior. La única diferencia entre los niveles es la profundidad de lo que se logra. Nos encontramos en el Mundo del Infinito y lo estamos percibiendo aún ahora, aunque no sea más que una manifestación mínima que llamamos "nuestro mundo". Nada existe aparte del Mundo del Infinito y nosotros que nos encontramos dentro de él. Todo lo demás no son sino filtros frente a nuestros sentidos.
Nuestro mundo es el filtro más grande que debilita nuestra percepción del Mundo del Infinito. El individuo se eleva a un nivel más alto si suprime este filtro. A través de este mundo percibe la siguiente capa del Mundo del Infinito; esta última se manifiesta más y más a medida que se va avanzando. En síntesis, es así como el hombre penetra profundamente en la materia alcanzando al Pensamiento.
De esta forma, podemos llegar a una deducción sobre la existencia de dos realidades.
1. La realidad de la materia.- El orden de la revelación de la Luz Superior desde arriba hasta abajo desde la Fuente Inicial que determina el grado y la calidad de la Luz que desciende de la esencia del Creador. Esta Luz atraviesa por fases de ocultación, una tras otra, hasta que la realidad material de nuestro mundo surge de Ella.
2. La realidad de la Mente Superior.- Una vez que se ha revelado de arriba hacia abajo, el orden se construye de abajo hacia arriba. Estos son los escalones de la escalera que la humanidad debe subir hasta que cumpla con la meta de la Creación.
Al ir ascendiendo el hombre a través de los niveles del segundo sistema, va subiendo cada nivel que lo va a regresar a la Fuerza Superior Regente, paso a paso, conforme a las leyes y principios con que se formaron estos niveles desde la causa primera hasta el estado de "nuestro mundo". Por lo tanto, el primer sistema no es otra cosa que un modelo cuya razón la determina la necesidad de la existencia de la Meta del Universo, es decir, que toda la humanidad regrese hasta el Creador, o la concreción del primer sistema. En consecuencia, la revelación del Creador no es cuestión de un instante; toma su tiempo adquirir las cualidades que nos permiten percibir todos los fenómenos y atributos de los niveles descendentes hasta que logremos comprender su variedad. El proceso de expansión sucesiva de las Fuerzas Superiores de arriba hacia abajo nos señala el ritmo, paso a paso, que debemos seguir en nuestras investigaciones y lograr ascender de abajo hacia arriba en la misma forma en que subiríamos una escalera; por eso a los niveles de logro se les llama "escalones".
Cuando el hombre está en el nivel más bajo no se imagina que podría ascender hasta el nivel más alto; después de todo no lo percibe, así que ¿cómo desear algo que se desconoce? El ascenso se hace factible porque la parte más baja del Nivel Superior desciende hasta la parte más alta del nivel más bajo, dándole al hombre la sensación de su presencia, de la diferencia entre los niveles y entender lo que tiene que hacer para subir al siguiente nivel.
El logro sucesivo de todos los niveles está predeterminado: cada peldaño que se sube es más alto que el anterior. La única diferencia entre los niveles es la profundidad de lo que se logra. Nos encontramos en el Mundo del Infinito y lo estamos percibiendo aún ahora, aunque no sea más que una manifestación mínima que llamamos "nuestro mundo". Nada existe aparte del Mundo del Infinito y nosotros que nos encontramos dentro de él. Todo lo demás no son sino filtros frente a nuestros sentidos.
Nuestro mundo es el filtro más grande que debilita nuestra percepción del Mundo del Infinito. El individuo se eleva a un nivel más alto si suprime este filtro. A través de este mundo percibe la siguiente capa del Mundo del Infinito; esta última se manifiesta más y más a medida que se va avanzando. En síntesis, es así como el hombre penetra profundamente en la materia alcanzando al Pensamiento.
De esta forma, podemos llegar a una deducción sobre la existencia de dos realidades.
1. La realidad de la materia.- El orden de la revelación de la Luz Superior desde arriba hasta abajo desde la Fuente Inicial que determina el grado y la calidad de la Luz que desciende de la esencia del Creador. Esta Luz atraviesa por fases de ocultación, una tras otra, hasta que la realidad material de nuestro mundo surge de Ella.
2. La realidad de la Mente Superior.- Una vez que se ha revelado de arriba hacia abajo, el orden se construye de abajo hacia arriba. Estos son los escalones de la escalera que la humanidad debe subir hasta que cumpla con la meta de la Creación.
(Por Rav Dr. Michael Laitman, kabbalah.info/es)
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Una escalera desde la oscuridad hacia la Luz
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