“Veo con gran importancia la culminación de las obras del Rav
Ashlag… siempre lamentaba que no hubiera una traducción al hebreo de El Libro
del Zohar…de este gran libro que ocupa un lugar tan significativo en la vida
espiritual de nuestro pueblo”.
David Ben-Gurión, Archivo de Correspondencias, 6.1.1960
Corriendo contra reloj, construye Baal HaSulam (Rabí Yehuda
Ashalg, 1884–1954) la escalera que conducirá a la humanidad hasta los cielos,
hacia la eternidad y la plenitud.
“Y nombré la interpretación ‘Escalera’ para indicar que el rol de
mi explicación es como el de cualquier escalera, en donde si tienes una cumbre
llena de todo lo mejor, no te falta nada más que una Escalera por la que podrás
subir y obtener todo lo mejor del mundo”.
Rabí Yehuda Ashlag, “Introducción a El Libro del Zohar”, ítem 58
Baal HaSulam era uno de los más grandes cabalistas en la historia
de la humanidad. Un alma especial que descendió a nuestro mundo, para traernos
la sabiduría de la Cabalá y acercarnos hacia la paz y la plenitud.
“Encontré una gran necesidad de derrumbar una pared de hierro que ha estado
separándonos de la sabiduría de
la Cabalá, desde los
tiempos de la Destrucción del Templo en adelante, hasta nuestra
generación”, escribe Baal HaSulam en el comienzo a su “Introducción al
Estudio de las Diez Sefirot”.
Baal HaSulam se embarca en la misión de su vida. Toma el Libro de
los libros que compuso Rabí Shimón Bar-Yojai y crea la más extensa
interpretación sobre El Libro del
Zohar: El Sulam (Escalera, en hebreo). Trabaja
18 horas por día, sin permitirse descansar, ya que su misión es demasiado
importante como para estar pensando en sí mismo. “El tiempo es corto y hay
mucho que hacer…tengo que
lograrlo…mucho depende de ello...tengo que alcanzar…”, se dice una y otra
vez a sí mismo.
Y de hecho, fue el primero que interpretó todo El Libro del Zohar y los escritos del Arí. Fue el
primero que adaptó la
sabiduría ancestral de la Cabalá para las masas; el primero que sacó a la luz un
periódico cabalista propagándolo por
todo el país por pura preocupación por el futuro del pueblo. Es esta
preocupación la que determinó por
completo el rumbo de su vida.
Además de los libros, los artículos y el periódico, Baal HaSulam
se encuentra también con los líderes del pueblo, como Zalman Shazar, Haim
Arlozorov, Yaakov Hazan, Haim Nahman Bialik y otros, dispuesto a explicar la Cabalá
a cualquier persona que estuviera interesada en escuchar.
A fines de 1940’s, se reúne también con David Ben- Gurión, el cual
escucha atentamente las palabras de este hombre inspirado. “David”,
le dice todo emocionado, “la única manera en que podríamos establecer aquí una nación
independiente y feliz, es si supiéramos cómo encender nuevamente el amor
natural imbuido en nosotros… tenemos que asegurar que cuando se establezca aquí
una nación, sus ciudadanos se preocupen el uno del otro. Es solamente de esta
manera que tendremos una base natural y segura para construirnos y seguir
nuestra existencia como nación”.
Ben-Gurión, por su lado, escribe en una carta de 1960: “Veo con
gran importancia la culminación de las
obras del Rav Ashlag… todo el tiempo lamentaba el que no hubiera una traducción al
hebreo de El Libro del Zohar…de este gran libro
que ocupa un lugar tan significativo
en la vida espiritual de nuestro pueblo”,
(Archivo de Correspondencias, 6.1.1960)
Sus ideas, percibidas como revolucionarias por varios de sus
contemporáneos, empiezan a cobrar forma. El trabajo que le espera no es fácil,
tiene que quitar las paredes divisorias, erradicar la ignorancia y refutar las
supersticiones que se han asociado con la Cabalá a través del tiempo. Pero
encima de todo, tiene que crear un método para el desarrollo espiritual, que
sea adecuado para cualquier persona de nuestra generación.
Baal HaSulam sabía que nuestro mundo es activado por la Fuerza
Superior y que la única manera de lograr algún cambio es la diseminación de la
sabiduría de la Cabalá, la cual explica sobre el Sistema Gobernante de esta
Fuerza. Tenía la esperanza, que mediante la difusión, lograríamos cambiar
nuestro destino hacia el bien, ha biendo tomado en cuenta que ya había llegado
la hora de hacerlo.
Así como lo hizo Rabí Shimón Bar-Yojai en su tiempo, Baal HaSulam
se embarca en esta misión, trabajando con el resto de sus fuerzas pese a un
reumatismo incapacitante, y su sueño, finalmente empieza a tomar forma; la
Cabalá se hace accesible para todos, sin precondiciones, y Baal HaSulam logra
cumplir su misión.
“Sólo mediante la diseminación de la sabiduría de la Cabalá
entre las masas, lograremos alcanzar la completa redención”, enfatiza Baal
HaSulam. “Y por lo tanto, tenemos que establecer escuelas y crear libros
para acelerar la propagación de esta sabiduría en la vastedad de la nación”,
(Baal HaSulam, “Introducción al libro El Árbol de la Vida”, ítem
5).
Baal HaSulam interpreta y aclara todas las palabras de Rabí Shimón
Bar-Yojai y se convierte así en un vínculo, un canal de vida que nos permite
conectarnos con los escritos de los cabalistas.
Este gran hombre conduce una revolución espiritual cuyos frutos
obtenemos nosotros, hoy día. Gracias a él, el círculo iniciado por Rabí Shimón
Bar-Yojai y sus discípulos se ha completado.
El libro, que fue sellado con miles de cerraduras por Rabí Shimón,
se abre para todos con la única llave que existe: la interpretación Sulam a El Libro del Zohar.
Todo lo que nos falta es tomarlo en nuestras manos y subir juntos
por la escalera que conduce hacia la espiritualidad, hacia los maravillosos
secretos, ocultos en El Libro del Zohar.
El comienzo de El Libro del Zohar (parte 2)
El comienzo de El Libro del Zohar (parte 1)
El comienzo de El Libro del Zohar (parte 2)
El comienzo de El Libro del Zohar (parte 1)
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