“Rashbí se sentía apenado. Por un lado, si no divulga los secretos
de la Torá, éstos les faltarían también a los sabios verdaderos, devotos de
Dios; y por el otro, si revela los secretos, desviarán a las personas que no
están listas, ya que no podrán entender las cosas desde su raíz, y terminarían
ingiriéndolas en ciernes: Es por ello que Rashbí escogió a Rabí Aba para
escribir, por su sabiduría en la obra de interpretación, para arreglar las
cosas de tal manera que sean lo suficientemente reveladas a todos aquellos que
sean dignos de entenderlas, y [al mismo tiempo], cubiertas e inescrutables para
aquellos que no lo sean…”
Rabí Yehuda Ashlag, “Prefacio Exhaustivo del Libro El Árbol de la
Vida”, ítem 1
LUGAR: MONTE MERÓN - TIEMPO: SIGLO II EC
Años de turbulencia; guerras sangrientas estallan por todas partes
del mundo. La vida humana pierde todo valor, y el poder, la fama y las
posesiones predominan.
En ese entonces, en una cueva tenebrosa y estrecha al Norte de
Israel, están reunidos diez cabalistas, escribiendo un libro sobre la eternidad
y el amor universal.
Rabí Shimón Bar-Yojai,
preside. Su rostro iluminado mientras revela los misterios del Mundo
Superior a sus discípulos. Se dirige a ellos con mucha calma, cariño y amor.
Rabí Aba está sentado a su lado. Gotas de sudor corren por su
frente mientras escucha atenta y temblorosamente lo que se está diciendo,
tomando notas meticulosamente, y esforzándose para no perderse ni una palabra.
Los demás discípulos a su alrededor están con los ojos cerrados y
en un silencio total, absorbiendo con gran añoranza las palabras del “Luminar”,
atesorando el enaltecimiento interno que están experimentando.
De esta manera, en la tiniebla de la noche, una y otra letra,
palabra tras palabra, toma forma el libro más profundo y recóndito de la
Cabalá: El Libro del Zohar (Libro del Esplendor).
La historia del Libro del Zohar comienza en una cueva pequeña y
oscura en Pequiín, en la Galilea occidental, hace casi 2.000 años atrás, en
donde Rabí Shimón Bar-Yojai y su hijo Rabí Eleazar están refugiándose del
Emperador Romano.
Trece años se quedan allí, preparándose para la composición de la
obra destinada a cambiar el rostro de la historia. Día y noche se sumergen en
los secretos del Mundo Superior. Se elevan a los más altos niveles
espirituales, esclareciendo lo destinado a ser documentado posteriormente en el
Libro del Zohar. Una sola meta llena su mente y corazón: revelar al mundo los
secretos de la Creación; ha llegado el momento.
Los años pasan rápidamente, y al completar su preparación, salen
Rabí Shimón y su hijo de la cueva. Rashbí sabe, sin embargo, que para poder
escribir el Libro del Zohar, tendrá que juntar varios discípulos a su
alrededor, junto a los cuales será capaz de hacer descender la Luz Superior al
mundo, ya que él mismo, al haber alcanzado el más alto nivel espiritual, perdió
la habilidad de explicar sus descubrimientos en un lenguaje común.
Así va juntando varios discípulos, de los más grandes cabalistas
que hubo en aquel tiempo, y fija su lugar de estudio en una pequeña cueva en la
Galilea con vista de la ciudad de Safed.
Al unirse entre sí, crean una estructura espiritual común mediante
la cual logra Rabí Shimón descender la Luz Superior hacia el mundo. Nueve
discípulos más el Rashbí son diez: Diez cabalistas correspondientes a las Diez
Sefirot.
Pero sus palabras son tan elevadas, tan sublimes y recónditas;
¿cómo podrá transmitirlas a otras personas?
REVELAR EN OCULTO
“Y así es como los voy a ordenar, Rabí Aba escribirá y Rabí
Eleazar, mi hijo, lo expresará oralmente, y el resto de los amigos hablará
dentro de su corazón…” (Libro del Zohar con el Comentario Sulam, Parashát
Haazinu).
Entre todos los discípulos de Rabí Shimón Bar-Yojai, había un
cabalista de talento excepcional. Se llamaba Rabí Aba. Era el único que sabía
cómo tomar notas de las palabras de su mentor, de manera que quedaran reveladas
y ocultas, al mismo tiempo. Las escribió de tal manera que el que esté lo
suficientemente maduro, entienda las cosas enteramente, y los que aún no estén
listos, se imaginen nomás su capa externa.
El libro del Zohar se refiere a este talento especial como
“Revelar en Oculto”. Mil ochocientos años después, escribió Baal HaSulam acerca
de esto:
“Rabí Aba sabía cómo arreglar las cosas de manera que quedaran lo
suficientemente reveladas a los que fueran dignos de comprenderlas, pero
permaneciendo cubiertas y selladas a los que no lo fueran” (Prefacio Exhaustivo
al Libro El Árbol de la Vida, ítem 1).
El libro del Zohar, el Libro de los libros de la Cabalá, se revela
al mundo, en aquel entonces, por primera vez, y se oculta de inmediato por sus
autores. La razón: la generación aún no estaba preparada para que fuera
revelado entre las masas, ya que las personas estaban sumergidas en la búsqueda
de lo material.
“Este libro”, les dice Rabí Shimón a sus discípulos, “se revelará
solamente en la generación en la que las personas se desesperen del desarrollo
material egoísta, por lo que desearán entonces, descubrir el significado
verdadero de la vida. Su rol [del Libro] será concluir la era de la tiniebla
espiritual, la era del exilio”.
0 comentarios:
Publicar un comentario