Durante siglos, la historia de Adán y Eva ha cautivado la imaginación de los niños y los adultos por igual. Ha llegado el momento de conocer el verdadero significado de la historia, quién era esa despreciable serpiente tan astuta y desde luego cómo es que todo esto se relaciona con el hecho de que 50% de las parejas en los Estados Unidos se estén divorciando hoy en día.
Son la pareja que más comentarios ha provocado en toda la historia. Ella es una seductora, la infiel e imprudente, que lo induce a proceder en contra de lo prohibido. Él es “el padre de la humanidad”, la víctima moral, el iluminado, que no pudo controlar la insubordinación de su esposa que lo tentó a cometer un pecado.
O, tal vez prefieran la versión más moderna. Ella es graciosa, casta y pura, llena hasta la agonía de remordimientos por lo que provocó. Él es grosero, desconsiderado y vengativo, porque en ese día aciago, cayó en las redes de los encantos de una mujer.
No, no estamos hablando de una pareja de celebridades a punto de divorciarse. Señores y señoras, les presentamos a Adán, Eva y
Jardín del Edén
“Hoy en día, las estadísticas de divorcio no son muy alentadoras en relación a la duración del matrimonio en los Estados Unidos. El porcentaje de divorcios es de aproximadamente el 50%, colocando a millones de ciudadanos americanos en la incertidumbre sobre lo que deben hacer con la división en la familia, el hogar y la economía familiar,” afirma el Online Lawyer.
Comprender la historia de Adán y Eva puede derramar mucha luz en la fisura que se ha creado entre los dos sexos. Pero para lograrlo, debemos penetrar profundamente en el significado oculto y verdadero de esta celebre historia.
Para empezar, tenemos que estar conscientes que, como ocurre con todas las historias bíblicas, esta también fue escrita en un lenguaje simbólico, particular. Cada palabra apunta a un proceso que sucede en un nivel más elevado de la realidad, que naturalmente está oculto a nuestra comprensión. Si pudiéramos aprender a descifrar el lenguaje, descubriríamos nuestras raíces espirituales y nuestro verdadero papel como hombres y mujeres. Así pues empecemos por el principio.
En un principio… (continuará)
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