PREGUNTALE AL CABALISTA
22:20
Presentador: ¿Una mujer que actúa con cualidades que se consideran masculinas se hace daño a sí misma?
Rav. No. Cada quien debe descubrirse a sí mismo. En este mundo todos somos el resultado del lugar en que nacimos, de los principios con las que se me educó en la casa, en el jardín de niños, en la escuela y posteriormente lo que me enseñó la sociedad. Ahora la sociedad me presiona por medio de la televisión, la radio, la moda; toda clase de cosas me presionan y absorbo todos los pensamientos del mundo. Esto es lo que me forma en realidad. Pero, ese no soy yo; no soy yo. Inclusive, esas cualidades con las que nací, ¿por qué tendría que ser yo? Esa es la forma en que se me creó para empezar. Las recibí a través de genes, hormonas, ¡qué se yo! Los biólogos descubren ahora que existe un gene para cada cosa. Así es que, ¿quién soy yo dentro de todo esto?
La Cabalá nos dice que tenemos que descubrir… ¿a qué le llamamos sabiduría? No es tan sencillo. Primero tienes que descubrir quién eres tu adentro. Pues, tú no te conoces, estás oculto. Te conoces tan sólo por todas las imágenes que recibes desde fuera; así que te comportas como corresponde: como caminas, como te vistes, comes, actúas. Todo esto no eres tú. Recibes estos ejemplos y los sigues. Eres como una máquina que fue programada para hacer todo eso que haces.
Así es que el primer paso en la sabiduría de la Cabalá es descubrirte a ti mismo. ¿Quién eres tu mismo por dentro? Y, cuando lo descubres, vas a quedar sorprendido. ¿Quién soy yo? No me conocía. Soy algo que… Y entonces descubres que eres verdaderamente una parte de Dios. Eso es lo que descubres. Y al descubrirlo se te abre un camino para saber cómo debes esculpirte a partir de esta materia prima. Regresas a la sabiduría de la Cabalá, después de descubrir esta materia prima, de descubrir quién eres tú, para reconstruirte. Vas a recibir el ejemplo de Dios y te vas a construir como un humano. Adam. Similar al Creador. Entonces te conviertes en Adam.
La Cabalá nos dice que todos somos como bestias. Si no te das cuenta, puedes permanecer como una bestia. Pero, puedes llegar a ser un hombre similar a Dios.
Por esto recomiendo leer los libros y recibir la luz que hay en ellos, estudiar en el sitio, las lecciones y conferencias y descubrir quiénes somos por dentro para reconstruirnos.
Programa Ask the Kabbalist 2008-05-15
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