Por Rav doctor Michael Laitman
Junio 19, 2006
Itálicas minúsculas: palabras enfatizadas
Itálicas mayúsculas: Transliteración del hebreo.
Tenemos que comprender que todo el trabajo de una persona para alcanzar equivalencia en la forma, Dvekut (adhesión), la conexión con el Creador, es realmente el tema de estos artículos. En toda la realidad no existe otro propósito sino éste. A través del hombre, toda la realidad, todos los mundos y todo lo que hay en ellos, se eleva y se integra al Creador.
En su trabajo, la persona debe entender que dentro de él está contenida toda la realidad, todas las criaturas, todos los mundos; todo está integrado dentro de una persona. Cada uno de nosotros debe verlo así: yo soy esa persona. Yo soy el que tiene la opción, el que actúa, y el que trabaja en oposición al Creador, por el momento – opuesto a Él. Soy yo que tiene que alcanzar la equivalencia de la forma, una conexión, Dvekut, con el Creador. De esto tratan todos estos artículos.
¿Qué significa, “está escrito”? “Está escrito” significa que los cabalistas, esas personas que lograron un alcance, no sabían nada antes, porque “el juez sólo tiene lo que sus ojos ven”. Estamos hablando únicamente a partir del alcance claro de lo que una persona siente, a partir de esa sensación, sólo a partir de nuestros propios Kelim, porque nosotros, si podemos decirlo, creemos únicamente en ellos, lo que está dentro de ellos.
No es esa fe en la que la gente normalmente piensa. En realidad “fe” en Cabalá significa “alcance”, alcanzar al Creador, porque la fe es la fuerza de Bina y el Creador es la fuerza de otorgamiento. Por consiguiente, en la medida que existe una fuerza de otorgamiento en una persona, en esa medida percibe al Creador, el Otorgante. Por consiguiente, lo más importante es adquirir la fe.
Pero en nuestro nivel, antes del alcance, la palabra fe tiene otra representación que es muy irreal: debo aceptar lo que los demás me dicen como hechos. Si las acepto como hechos, entonces yo también debería alcanzar ese nivel en donde se convierten en hechos para mí.
Dice, está escrito, “que no hay nadie más aparte de El”. Es decir que algunas personas sí lo alcanzaron y me dice que es cierto. Ellos me fijan una meta a la cuál puedo aspirar. Por consiguiente, es correcto y lo acepto como una meta.
En la medida que comprendo que “no hay nadie más aparte de Él”, en mi estado presente, en esta medida, lo acepto. Si lo uso como un hecho, y ya es mi hecho, entonces me impide seguir evolucionando. Esa es la diferencia entre la fe común y la fe de los sabios, que es la que los cabalistas, quienes desean alcanzar el propósito de
Intentaremos interpretar lo más sencillo que sea posible para los principiantes que leen estos artículos por primera vez. Esperamos que lo logremos.
Continuará..
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