La mariposa vivía en el momento cuando toda la naturaleza estaba en plena armonía y solamente el hombre estaba apartado de la naturaleza.
Un día camino al claro del bosque para oler las flores, la mariposa descubrió para su horror, que no había flores. Sintió espanto y también un poco de decepción, entonces ella agitó con fuerza las alas y provocó una cadena de acontecimientos que sacó a la naturaleza de su absoluto reposo. ¿Y el hombre percibió todo esto de la misma manera?
Esto ocurrió hace miles de años, en tiempos muy lejanos, en un período especial, cuando todos se comprendían unos a otros. Los peces, las aves, las plantas e incluso las montañas y los océanos vivían juntos en armonía y amor.
Solamente el hombre se ha quedado aislado, y no quiso hacer caso de nadie, solo de sí mismo.
Seguro que se preguntarán qué significa eso?
Entonces oigan la historia de la mariposa.
La mariposa quería viajar. Cada día ella visitaba alguna flor o un nuevo árbol.
Diariamente ella empezaba a ser amiga de un ave o un animal, que no conocía antes.
Una mañana nuestra mariposa no tenía ningún plan.
“¿Será útil para mí volar hoy?”, -meditaba la mariposa. “¡Ya recuerdo! Ayer he visto algunas flores lindas en el claro del bosque. Quiero volar y visitarlas”.
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