No importa que estamos leyendo, El Libro del Zohar, el Talmud Babilónico, o la Biblia (la Torá), todos los textos “sagrados” hablan del trabajo del que carezco de la capacidad de entender o percibir. No tengo comprensión de ninguno de los detalles más diminutos.
¿Cómo la mente “entiende” el trabajo? Cuando mi mente posee un ejemplo de lo que ve, o lee, puedo recolectar y tramitar una imagen dentro de mí, que corresponde con lo que está sucediendo afuera de mí. Sin embargo, este método no funciona cuando se estudia la Cabalá. No tengo ningún ejemplo similar. ¿Cómo entonces puedo componer una imagen?
Supongamos que yo digo que ZA (Zeir Anpin) es “10”, y Maljut “5”. ¿Qué tan pequeño es Malujt en relación a ZA? 10-5 =5, ¡Excelente! Significa que tú sabes. ¿Pero qué es lo que sabes? Tú entiendes lo que es ZA? No, ¿Qué sabes sobreMaljut? Nada. ¿Qué es “5”, la diferencia entre ellos? Tampoco sabes eso. Entonces, ¿Qué es lo que realmente sabes?
No obstante, estudiamos estas definiciones puesto, que ellas, son las raíces Superiores, y afectan a nuestros puntos en el corazón, expandiéndolos. Es el único acto posible de toda la ciencia de la Cabalá sobre nosotros, que se sitúan por debajo de la frontera que nos divide desde el Mundo Superior. Por lo tanto, comoBaal HaSulam nos informa en la “Introducción al Estudio de los Diez Sefirot” Ítem 155, los Cabalistas obligaron a cada persona a estudiar la sabiduría de la Cabalá, puesto que estas acciones atraen la Luz que Reforma y nos regresa al Creador.
Toda la Torá fue escrita sin el uso de comas, puntos, y espacios entre las palabras; desde el principio hasta el final, es una sola secuencia ininterrumpida de letras, letras y deseo, Kelim (vasijas). Los atributos de otorgamiento y recepción,Jassadim y Jojma, que comparten una conexión especial construida de las formas de las letras.
Sin embargo, debo crearlas con las mismas propiedades, Kelim, dentro de mí deseo de recibir. Cuando mi deseo existe en la propiedad de Jassadim y Jojmá, adquirirán las mismas formas que las letras. Estos atributos vivirán en mí como 22 conjuntos de moldes espirituales. Podre crear palabras o acciones de ellos. Con las palabras crearé frases y luego, programas completos.
Debes ecualizar tu deseo con estos símbolos. Los Cabalistas nos pasaron esta información en la forma de símbolos para que puedas realizar las mismas formas desde tu deseo de recibir como esta descrito en la Torá, empezando desde la primera letra, Bet (la primera letra de la palabra Bereshit, “En el principio”), y de la última palabra de la Torá, Lamed.
Toma tu deseo, úsalo como masa, y esculpe estas formas de él. El resultado serás “tú” completamente corregido.
(De la segunda parte de la lección diaria de Cabalá del 23 de noviembre del 2010 – El Zohar)
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