Por primera vez en la historia de la humanidad, en el Siglo 21 hemos llegado a un punto en que nos sentimos opuestos a la Naturaleza, el Creador. Hemos llegado hasta allí para estar conectados en un sistema humano global.
Antes de esto, la Luz nos afectaba a cada uno de nosotros individualmente para que pudiéramos crecer dentro de nuestro egoísmo. El día de hoy, sin embargo, nos hemos desarrollado a tal punto que la Luz nos ha conectado a todos y eso está originando un diferente tipo de desarrollo en nuestro interior, que corregirá esas conexiones entre nosotros.
Antes de esto, no éramos opuestos a Él, aunque Él fuera Uno, y nosotros miles de millones. Hoy, estamos conectados, involuntariamente, no por deseo propio. Es por esta razón que somos opuestos al Creador.
Hemos concluido nuestro desarrollo individual egoísta y, por lo tanto, hemos perdido el deseo de continuar desarrollándonos. El mundo ha llegado a un punto que presenta oportunidades sin precedente, pero la gente ha perdido el interés en ellas porque el deseo es distinto, los deseos no son ya los deseos personales del individuo por satisfacer su propio egoísmo.
El egoísmo de la humanidad ha alcanzado su límite máximo y no puede encontrar nuevos vacíos que llenar, ni sentimos la necesidad de llenar esos vacíos. La Luz ha parado de desarrollarnos y ahora nos presiona y nos fuerza a conectarnos correctamente con los demás y a ser equivalentes a Él (el Creador).
Este es un tipo de Luz distinta que pretende nuestra unificación. Por consiguiente, hoy hemos llegado a la crisis global, que es una crisis de conexión entre nosotros, debido a nuestra falta de conformidad con la Luz, el Creador.
Estamos experimentando un nuevo fenómeno del Siglo 21, que nunca había ocurrido antes. Hoy en día los problemas se presentan en una escala del sistema común y de toda la humanidad. Es por eso que sentimos que todos estamos juntos en un barco.
(laitman.es, Noviembre 29, 2009)
0 comentarios:
Publicar un comentario