La conexión, unión de toda la humanidad alrededor de
la Fuerza Superior que descubrimos entre nosotros, esta fuerza nos lleva al
equilibrio, a la tranquilidad, a una sensación de paz, a la eternidad. De
esta forma eliminamos la muerte, dado a que el ángel de la muerte nació del
odio que nos separa. Si en cambio atraemos la fuerza espiritual, la fuerza de
otorgamiento, logramos la vida eterna.
Justamente el odio entre nosotros es el que anula la
vida y nos lleva a la muerte. Mata nuestros cuerpos y nos da la sensación de
este mundo, que es el reflejo de la conexión egoísta que hay entre nosotros.
Pero todos debemos orientarnos a otro tipo de conexión, para que a cambio de
este mundo sintamos la conexión espiritual llamada: Asiyá,
Yetzirá, Beriá, Atzilut, Adam Kadmon y mundo de Ein Sof.
Todos los mundos son formas del contacto entre
nosotros. Nosotros viviremos en nuestros cuerpos, como ahora, solo que nuestras
relaciones cambiarán y nos darán la sensación de una nueva realidad. Nosotros
sentiremos que existimos en el mundo de Ein Sof (Infinito) y que dejamos de sentir
nuestros cuerpos. Todo nuestro mundo subirá a Ein Sof.
Distintos tipos de relaciones entre las personas –
desde las más amenazantes a las más neutrales y aquellas de buena voluntad-
producen todo un espectro de colores y gamas en nuestro alrededor, desde la más
negra oscuridad hasta los colores más y más claros y maravillosos: el celeste
del cielo y finalmente hasta el blanco más absoluto.
Imagínense una oposición completa de toda la
humanidad de hoy, que se arma de revólveres y espadas para ir uno contra el
otro, donde cada uno quiere separarse de los demás levantando murallas y construyendo
allí una casa abundante, sin depender de nadie – un mundo completamente
abierto, sin límites, donde yo y el otro somos un solo integral y todo el mundo
son mis hijos, mis parientes, mis amigos, un único organismo integro. El hombre
comenzará a sentir que sin los demás se pierde. Hoy estamos empezando
lentamente a aprenderlo de la naturaleza, al descubrir que estamos todos
conectados y dependemos uno del otro.
Mientras tanto llegamos a esta conclusión por
necesidad, pero luego entenderemos que es para bien que estemos conectados a
los demás. Justamente gracias a esa conexión y esa unión, si lo hacemos
correctamente, podremos elevarnos sobre este mundo hacia la perfección y la
eternidad. Estaremos completamente agradecidos de que existe este tipo de conexión,
ya que precisamente ella es la que nos permite cambiar a nosotros mismos y a
nuestra percepción de la realidad. Esta conexión nos introducirá a una nueva
realidad, espiritual, a la dimensión eterna.
(Extracto de la clase con el tema “Preguntas sobre
la función de la nación”, kabbalah.info/es)
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