Es imposible entrar en una nueva realidad con el antiguo
planteamiento egoísta. Toda clase de iniciativas “verdes” nos llaman a amar la
naturaleza y cuidar de ella porque el planeta entero es nuestra casa. Sin embargo, somos incapaces de aceptarlo solamente así. El
hombre no puede concebir que el mundo entero le pertenezca y que toda la
humanidad se encuentre dentro de él.
El hombre necesita revelar al Creador y recibir fortaleza de Él
en la construcción de un nuevo sistema para relacionarse con el mundo que lo
rodea por encima de su egoísmo. En otras palabras, el odio de hoy nos divide,
pero al trascender por encima de este odio, revelaremos este nuevo sistema de
relaciones, un sistema de amor.
Esto lo puede lograr únicamente el Creador a quien atraemos para
que Él establezca esta conexión entre nosotros. Él es quien establece la paz en
el Mundo Superior y establecerá la paz dentro de nosotros.
(Reflexión diaria, kabbalah.info/es)
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