Hoy en día, la felicidad del hombre
depende de su relación con el entorno, depende de si él encuentra su lugar en
la sociedad. Y así vemos como deja gradualmente la
persona de la pequeña unidad familiar.
Al principio toda la vida estaba
relacionada con la familia, no sólo
las mujeres, sino los hombres también. El marido se iba a alguna fábrica por la
mañana para regresar por la tarde a su esposa, sus hijos, y al hogar, y toda la
vida giraba alrededor de esto.
Pero este idilio pastoril terminó.
Salimos de nuestras casas al amplio mundo, comenzamos a viajar y a experimentar
el mundo. Por otro lado, gracias a los medios de comunicación modernos, este
mundo ha empezado a entrar en nuestros hogares. Como resultado, todos
terminamos siendo interconectados a través de las relaciones industriales,
económicas y financieras. El círculo se cerró, y todos nosotros, tanto hombres
como mujeres que deseamos conectarnos, debemos unirnos, y través de esta
conexión, retornar a la relación familiar, pero en un nuevo nivel.
Para que esto suceda, cada uno debe
examinar: dónde vivimos, en qué estado, en qué tipo de mundo nos encontramos,
¿por qué tienen lugar en el mundo ciertos procesos, y qué debemos hacer? ¿De
qué manera nos mueve hacia adelante la naturaleza, de tal manera que no da
ninguna oportunidad de resistirnos? Entonces, veremos que necesitamos para
establecer conexiones más estrechas a través de medios de comunicación y educación especializados.
Al final, nosotros, quienes alguna vez
dirigimos el mundo, liberados del hogar y de los lazos familiares, volveremos a
casa, libres e independientes. Una vez más, retornamos a una vida más tranquila
y de ritmo más lento, en relación con los demás, pero de forma diferente. Cada
uno de nosotros seguirá siendo libre, y con base en esta libertad, la
comprensión y visión de futuro, estableceremos para nosotros mismos una
conexión entre todas las personas alrededor de la Tierra y dentro de cada
familia.
El hombre ve de pronto que la familia da
un sentido; que hay grandes beneficios y una mejor vida dentro de la familia.
Entonces, encontrará un socio cercano a él en este nuevo espíritu que ha
adquirido basado del nuevo modelo de educación, y él reconstruirá la familia.
Estamos empezando a comprender el
significado que hay detrás de la unión por encima de todas las diferencias
entre nosotros. Nosotros tuvimos que aprender a construir conexiones entre
todos los países y todas las naciones, mientras sentimos nuestra
interdependencia mutua. De manera similar, yo ahora me relaciono con una mujer
que he elegido como mi pareja.
Veo que somos diferentes uno del otro,
pero me doy cuenta de que no hay otra opción, porque nosotros ya recibimos una
educación adecuada y sabemos cómo crear una conexión por
encima de todas las diferencias. Es por eso que estamos construyendo una
familia muy diferente, una familia que es más tolerante, una familia donde
ambos socios entendemos por qué necesitamos una familia y cómo debe verse ésta.
Estamos pasando por una transición, por
un período perturbador, y de nuevo, retornamos a la familia, pero basados en el
conocimiento de que el amor cubrirá todas las transgresiones. Es como si
estuviéramos instalando un nuevo programa de software, reiniciando el
computador y empezando a trabajar de nuevo.
Nosotros sentiremos un gran beneficio
por el hecho de tener y criar a los hijos. Éste no será material, sino
espiritual, puesto que ellos son una continuación de mi propio yo. Sentiré que
mi parte interna, espiritual vive dentro de mis hijos.
Al conectarnos con el mundo entero,
estaremos sintiendo nuevas fuerzas de trabajo dentro de estas conexiones.
Sentiremos la siguiente dimensión, un campo entero de conexión, amor, una red
que funcionará por encima del tiempo y del espacio, que nos une de manera
interna, no física. No es la unión de los cuerpos físicos, sino la unión de los
deseos y las almas.
Entonces, yo sentiré que los niños que
crío y preparo para unirse a la misma red común son la continuación de mi
camino. Yo me relacionaré con ellos como si fueran acciones de mi alma, a las
cuales doy a luz y alimento espiritualmente. Una vez que pasan por el rápido
desarrollo físico necesario para el cuerpo material, digamos hasta la edad de
cinco a seis años, ellos comenzarán a recibir educación espiritual, a estudiar
la conexión interna con todos.
Me sentiré que al direccionarlos hacia
la conexión con el mundo entero, yo estaré continuando mi propia alma.
Este es un contacto que existe por
encima de la vida y la muerte. Nosotros nos sentimos viviendo en otra
dimensión, en el nivel de la naturaleza eterna y perfecta.
Nosotros dejaremos de sentir por
completo la vida material y la muerte. Después de conectarnos con la red común
de conexiones entre nosotros, nos desconectamos de las sensaciones de nuestros
propios cuerpos. Yo empiezo a sentir a los demás, a sentirlos a todos los que existen
por fuera de mí, como si fueran yo mismo. Y gradualmente, me desconecto de mis
propias percepciones y, sobre todo, sólo siento un nosotros, en conjunto, y
después, sólo los siento a ellos, vivo sólo para ellos a tal grado que no
sentiré que mi cuerpo me pertenece.
En el interior del hombre, ocurre un
trastorno psicológico, una verdadera revolución, la elevación de él a un nuevo
grado de percepción de la realidad. De manera
similar a una piedra sin vida que no sabe cómo ser una planta, el vegetativo no
siente qué es ser animal. De la misma manera, un animal no sabe cómo ser
hombre. Nosotros ascendemos al nivel del hombre, Adam, lo cual significa
equivalente (Domeh) a la naturaleza global.
(kabbalah.info/es)
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