Todos los grados espirituales están preparados con antelación
durante el descenso de la Luz, como la fábrica de “Lego” que preparó todos los
detalles para el niño.
La Luz creó en el Mundo del Infinito una imagen completa, y
después al descender, la fue dividiendo en distintas partes, hasta que la
entregó al niño que se encuentra en el nivel más bajo en este mundo. El niño,
que existe en este mundo, empieza a construir esta imagen hasta completarla,
ascendiendo por su propio camino, a través de este trabajo de reconstrucción de
la imagen, hasta llegar el mundo del Infinito.
¿Qué obtiene de ello? El niño crece durante el proceso de su
trabajo, se vuelve más inteligente. Los grados por si mismos no son
importantes, lo importante es el resultado que la acción ejerce sobre el
hombre. Es importante que las almas, al ir ascendiendo por los grados, se
conviertan en semejantes al Creador.
El Creador me hizo bajar a propósito desde el Infinito hasta
este mundo, para que al subir de regreso desde abajo me reconstruya a Su
imagen. ¡Así es el juego!
(Consejo diario para el que está en el camino, Extracto de la lección sobre el artículo "La ciencia y su
esencia")
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