Todos
llegamos unánimemente a la ciudad del rey, a este mundo. Y aquellos que adoran
lealmente al Creador, convierten Su “polvo mágico” en especias dulces y
refinadas. Y aquellos que no lo adoran, siguen probando un polvo amargo y no
pueden disfrutar de Su banquete.
Todo
depende de los esfuerzos correctos que hace la persona. Nosotros vemos cuanta
gente llega al estudio de la sabiduría de la Cabalá, invierte muchísimas
fuerzas, y luego lo tiran todo y abandonan. Es que al fin de cuentas ven
que este banquete no les proporciona el gusto deseado. Pero ellos no se culpan
a sí mismos, sino dicen que el rey es el culpable y el método de la Cabalá es
el culpable, y es la propia Cabalá la que porta el gusto amargo, el grupo es
malo, los amigos, y ¡entonces se van! Les parece que podrán encontrar un placer
mayor en un simple descanso o dedicándose a cualquier otro método.
Todo
depende de si la persona se chequea a sí misma o no: ¿qué es ese “sitio de
adoración”? ¿A dónde ha llegado? y ¿qué se le ha asignado para hacer? ¿Cómo
debe encaminarse en esta adoración para sentir el dulce gusto? ¡El banquete
está servido para nosotros! Está escrito: “prueben y vean que bueno es el
Creador”, sólo debemos sentir Su gusto, es decir, preparar nuestro Kli para
Su Luz, recibir esta “adición”, el dulce condimento.
Las
personas no invierten todas sus fuerzas en el lugar correcto, y luego miran el
reloj, cuánto tiempo y esfuerzos han gastado. Pero no han invertido en lo
principal: la unión de las almas, ¡y por eso no sienten el buen gusto de la
adoración! El gusto se puede sentir únicamente por medio de la conexión y la
unión, que es lo que compone el Kli en el que se revela la
Luz.
Ellos
trabajaron en vano en otro lugar. Como si trabajaras un mes entero para una
compañía y al fin de mes llegaras a otra y le pidieras a esta tu sueldo. ¿Acaso
te pagarán allí? No ganaste el “Kli” correspondiente, con el cual
recibes tu pago. El pago se recibe únicamente en el Kli general,
en el único donde se descubren el Creador, Su banquete y Su Luz. Pero si la
persona no invirtió en esto fuerzas, su trabajo no vale nada.
Hay
que estar atento y ser sensible a esto, cada uno debe auto revisarse: ¿acaso
comprendo en qué punto único debo centrar todos los esfuerzos? Sólo
consiguiendo la conexión interna por medio de la unidad en una sola Meta, en un
solo deseo, para que en esta unidad se revele el Creador. Si la persona está
dirigida a esto, con el tiempo comenzará a sentir en el “banquete”, un gusto
dulce. Y si no, se va cansando paulatinamente y se desilusiona, porque en lugar
del buen gusto siente gusto de tierra, de “polvo amargo”, y se va.
¿Cuántas
fuerzas se pueden invertir sin recibir nada? El individuo no ve que no está
obrando en el sitio correcto. Pero si se ve, de inmediato, según su actitud
hacia el grupo y los compañeros, si se encuentra en el grupo o no, si es activo
en él. Este esfuerzo no se puede canjear por nada, no por dinero ni por
habilidades profesionales. Sólo si trabajas sobre la unión entre las almas,
entonces este “polvo amargo”, este ocultamiento, desaparece, y tú descubres el
mundo espiritual que se encuentra precisamente aquí, a tu lado, solo que tú no
tenías el Kli interno en el que podías captarlo, como se capta la onda correcta
en un receptor de radio.
(Extracto de la clase sobre cartas de Baal ha Sulam, laitman.es)
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