La sabiduría de la Cabalá dice que toda la naturaleza es un
deseo de placer, un deseo de recibir llenado. Este deseo se
desarrolló a lo largo de millones de años desde el nivel inanimado, al
vegetativo, al animado, al hablante. En el transcurso del desarrollo, la
persona pasa a través de las mismas etapas de inanimado, vegetativo, animado, y
hablante.
A través de todas estas etapas, la humanidad pasó de
una etapa a otra, de un área a otra. La vida fue creada en algún lugar de
África y desde allí deambuló hacia algún lugar del este, y después se mudó a
Europa…
Y hoy, hemos llegado a una etapa particularmente única.
Ahora Europa se encuentra en el centro del mundo, y de acuerdo con su mezcla e
integración, se ha convertido en una especie de Babilonia moderna. Ésta
establece el tono para el mundo: cultural, científica y tecnológicamente. A
pesar del hecho de que América parece separada de Europa, es de hecho la misma
civilización. Por lo tanto, tenemos que hablar de Europa como el centro del
mundo. De manera general, lo que ocurre en Europa influye en el mundo entero.
Hubo un tiempo en el que la humanidad se extendió
sobre la faz de la tierra desde la antigua Babilonia.
Existió allí una comunidad de un inmenso número de diferentes tribus que
estaban unidas por un área común, por medio de una cultura y un nivel de
existencia relativamente comunes. Hoy en día, lo mismo está sucediendo en
Europa.
Se trata de un gran número de personas, de una nación,
si es posible decirlo, que se compone de un gran número de tribus, pueblos y
naciones que en su conjunto están unidas por una cultura en particular, un
nivel de comprensión del mundo y una mentalidad uniformes. A pesar de que son
diferentes unos de otros, en general tienen el mismo patrón común. Y este
patrón se ha ido extendiendo a lo largo del mundo.
Europa es el origen y el espíritu de la vida moderna.
Sin embargo, está pasando por cambios muy dolorosos, porque todo nuestro mundo
está cambiando, y no sólo en un sentido tecnológico, sino también porque los
deseos que se encuentran en la base de nuestro sistema han cambiado últimamente
en una forma particular, cualitativamente aguda.
A lo largo de los milenios, la humanidad se desarrolló
de una manera sencilla a través de un deseo cada vez mayor. La gente quería más:
ganar más, obtener más, crecer más, disfrutar. Simplemente quería llenar estos
deseos. En general, ellos se desarrollaron cuantitativa y, prácticamente,
cualitativamente muy poco.
Pero hoy en día está ocurriendo una transición muy
complicada hacia nuevos deseos. Nos hemos desviado gradualmente de la dirección
tradicional de desarrollo que conduce a la riqueza, la fama, el poder y el
conocimiento. La humanidad ya no busca estas cosas que antes le interesaban y
que la llenaban. Hoy en día pasa a través de una existencia “amorfo” pasiva,
debido a que se encuentra en una etapa de transición.
En nuestros cambios espirituales, a veces nos
encontramos en un gran ascenso y después de este, nos encontramos en descenso,
indiferencia e incluso desesperación. Y debido a esto no podemos hacer nada, no
queremos nada. Y después de eso, algo que “explota” nuevamente en el interior,
y somos atraídos otra vez hacia algún tipo de dirección, y de nuevo estamos
llenos de energía. En nosotros estos estados se transforman muy rápidamente, y
en la humanidad, en su desarrollo, ellos cambian muy lentamente.
Y hoy estamos atravesando esa etapa. Nosotros nos
encontramos en ella desde hace mucho tiempo: Esta se expresa en el nihilismo,
la negación, la apatía; se originó en los años posteriores a la Segunda Guerra
Mundial, en los años cincuenta y sesenta. A partir de ese momento, estos
fenómenos recibieron nuevas formas: un aumento en el número de divorcios, las
personas no querían establecer familias o tener niños, deseaban permanecer
solas, y abandonaban a sus padres. No existe el sentido de comunidad que una
vez proveyó para la familia, del grupo de personas que estuvieron unidas por
una sensación de familia. Esto también se perdió.
Como resultado de esto, la persona se encuentra en un
estado de confusión. Y esto se siente en particular en Europa como la parte más
desarrollada de la humanidad.
Pero de una manera fundamental, este proceso es sólo
una transición hacia un estado en el que nosotros buscamos un propósito. Las
personas han perdido el placer, han perdido los deseos, han perdido el ansia
por los llenados previos. No hay nada que hacer aquí. ¡Simplemente no hay
ímpetu! Es difícil convencer a la gente.
Ustedes mismos en el trabajo, en la casa, en los
diversos eventos, probablemente se encuentran con personas así: un poco
decepcionadas, vacías e indiferentes. Los diferentes medios de comunicación y
las propagandas tratan de despertarlas todo el tiempo hacia algo: deportes,
fútbol, compras, etc. Todo esto
se ve emocionante, pero en realidad no lo es. La persona es atraída hacia esto
sólo porque necesita llenarse con algo.
Además, este proceso en Europa ha sido añadido a otros
procesos. Ustedes ven, en principio, la fuerza unificada de la Luz influye en
todos nosotros. Al mismo grado esta influye en el nivel mental y moral, en
todos los niveles. Y como resultado de esto, sentimos un descenso colectivo.
Sin embargo, la crisis ha influido no sólo en la
familia, la educación y la cultura. Lo más importante para nosotros en este
momento es la crisis económica, financiera. Ustedes ven, la economía, las
finanzas, siempre han conectado a las personas. Si la gente no dependiera
económicamente de los demás en cuanto a la necesidad de ganar dinero para
existir, no se habría organizado en ciudades, pueblos, naciones, y todo tipo de
asociaciones, ya que no habría tenido el incentivo para hacerlo.
¿Qué estimula, en principio, la conexión entre
nosotros? Nosotros debemos ganarnos la vida, existir, disfrutar, y
desarrollarnos en forma compartida. Y cuando hay una crisis,
la brecha financiera y económica entre nosotros ya se convierte en una
separación básica, fundamental, y representa la transición más importante hacia
la siguiente fase.
Y aquí, el papel de Europa es muy importante:
Europa se encuentra en el punto focal de los acontecimientos de hoy y puede
mostrarle al mundo entero el enfoque adecuado para la solución de problemas,
con el cual, tarde o temprano, todos tendremos que luchar.
(De
la Convención Europea en Alemania
del 22 de Marzo del 2013, laitman.es)
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