La
Luz en los mundos debe tener un límite de propagación. Sin embargo, para
describir los actos de la Luz, tiene que haber tanto una fuerza que la atrae,
como una que la restringe. Estas dos fuerzas han de actuar de manera
simultánea. Similarmente, sólo la restricción nos permite recibir cualquier
sensación que entre a través de nuestros sentidos. Se debe a que la superficie
de un objeto (sonido, luz o cualquier tipo de onda) choca con nuestro órgano de
percepción, restringiendo su propagación y, así, nos permite sentirlo.
El
fondo blanco es sencillo. Ésta es la Luz que es invariable y, por tanto, nos es
imperceptible. Cualquier cosa que podemos discernir sólo puede ser expresada al
restringir la propagación de la Luz blanca. Los diferentes tipos, niveles o sus
restricciones, son denominados letras. Esta es la razón por la que vemos cuatro
límites contra un fondo blanco y alcanzamos sólo cuatro restricciones.
Independientemente de su idioma, hebreo, ruso, lituano, no importa, cualquier
letra consistirá de luz negra (parte aún no corregida) y espacios blancos en
los que está escrito. La letra se basa en el contraste entre blanco y negro.
De
esta manera, una letra expresa la medida en la cual las propiedades del Creador
difieren de las propiedades de la creación en nuestra conciencia. Las
propiedades del Creador son absolutamente blancas e incomprensibles para
nosotros. En contraste, clasificamos y expresamos las propiedades de la
creación en relación con el Creador de acuerdo a la forma como nos sentimos en
relación con Él. Esta relación es lo que comprende las letras, los símbolos,
así como nuestra comprensión. Consiguientemente, es el único medio para
percibirnos, nuestra dependencia y nuestra falta de similitud con la Luz
circundante. Somos incapaces sentir los estados, cuando sólo hay negro (es
decir, sólo vernos a nosotros), o cuando sólo hay blanco (sólo ver al Creador).
Observando más detenidamente, vamos a darnos cuenta que todos nuestros
sentimientos y sensaciones se basan en el contraste, uno contra el otro. Por lo
tanto, utilizando el alfabeto, que existe en cualquier idioma, podemos
describir nuestros estados, ascensos y descensos.
En
general, podemos reescribir toda la Cabalá en cualquier otro idioma. Sin
embargo, al alcanzar el Mundo de la Infinidad, las letras se desvanecen ya que
la propiedad negra en ellas, la propiedad de la creación, se torna equivalente
a la Luz, la propiedad del Creador. Si el deseo ha adquirido una pantalla,
refleja todo de sí. En hebreo se denomina Masaj.
Surge
la pregunta: si los deseos no desaparecen, entonces ¿cómo podemos decir que las
letras lo hacen? Letras desaparecen debido a que la letra se basa en
sentir la diferencia entre el Creador y su creación. ¿Qué significa
"disolver"? Las letras representan información sobre el Creador que
se convierte en infinito, totalmente completo, y por lo tanto ya no expresable
en la forma de una restricción - en forma de letras. En otras palabras, no es
disolución o desaparición. Por el contrario, el conocimiento se vuelve tan
inmenso que es imposible de describirlo o explicarlo por medio de nuestro
lenguaje restringido, pues el lenguaje se basa en la restricción.
Las
letras, símbolos y discursos sirven para transmitir el conocimiento espiritual,
y el alcance. Cada letra de cada alfabeto contiene su significado espiritual,
porque la gente expresa sus sensaciones a través de los libros. Cualquier
sensación, no sólo humana sino también animal, representa una percepción
inconsciente del Creador. Nadie entiende esto, pero en realidad cuando un
poeta, por ejemplo, compone un verso que representan su amor por una mujer,
niños, el sol, la luz, o incluso en la descripción de su sufrimiento, él está
expresando sus impresiones de la Luz que actúa sobre él, lo quiera o no.
Por Rav Dr. Michael Laitman
(kabbalah.info/es)
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