Baal HaSulam, “Introducción al estudio de las Diez
Sefirot,” Ítem 94: Está escrito: “Aquellos que Me buscan Me
encontrarán.” Uno puede pensar que no se requiere aquí un esfuerzo especial, e
incluso una persona pequeña que no está dispuesto a esforzarse de ninguna
manera encontrará al Creador también. Pero los sabios nos advierten de no creer
en esta interpretación. Por el contrario, el esfuerzo es esencial aquí, y si
uno “no laboró y encontró, no lo creas.”
Si una persona camina sola, no tiene
ninguna oportunidad de corrección en absoluto. Está escrito, “El grupo o la muerte.”
Cuando la nación de Israel estaba ante el monte Sinaí, se
les dio una condición: o se unen como un hombre con un corazón, o este será el
sitio de su entierro. En otras palabras, si no se unen, nunca adquirirán la
vida espiritual. Al menos una parte de la vasija debe ser corregida.
Podrían pensar, “¿Cómo es posible? Esto
significa que todos deben estar corregidos ¿Sólo se espera de mí que corrija
una cierta parte de la vasija común?
Solo nos parece que realizamos
correcciones individuales. En realidad este proceso abarca a todo el
mundo, sólo que en parte de las vasijas (99.9%) la corrección sucede sin que se
den cuenta, mientras que en la otra parte sucede conscientemente, tras que
ellos elevan la plegaria requerida (MAN) y lleva a cabo el escrutinio
necesario. Como resultado toda la vasija común se conecta al proceso de
corrección, y esto es algo que debemos saber. Es también por lo que necesitamos
cuidar de todos los demás.
Debemos además entender el principio de
“laboró y encontró.” Todo nuestro esfuerzo se resume a nuestros esfuerzos por
unirnos, lo que nos lleva a “encontrar” al Creador. Sólo tras ser aplicados
esos esfuerzos viene la respuesta en la forma de la Luz superior, la cual
realiza la corrección. Debemos presentarle nuestro deseo genuino por la unidad,
y entonces influirá en este deseo, soldándonos y fusionándonos a todos,
convirtiéndonos una vez más en una vasija completa.
Entonces todos los deseos- todo lo que
fue revelado durante la ruptura- se conectan a
esta vasija con nosotros en ella como Aviut, y adquirimos una
vasija que es 620 veces más grande que antes.
(Consejo diario para el que está en el camino, kabbalah.info/es)
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