En cada uno de nosotros hay una chispa que nos llama desde el lugar más profundo. La prisa y el ajetreo de la vida cotidiana pareciera desdibujarla de nuestras mentes,pero cada vez que observamos a nuestros hijos, ella consigue abrirse camino a través de la oscuridad y tocarnos en lo más profundo del corazón. Aunque sólo sea por un momento fugaz, nos recuerda que una vez fuimos diferentes. Tuvimos sueños y observamos el mundo con ojos distintos, más simples, más bellos, y penetrantes.
Hoy, una nueva generación está creciendo de manera acelerada, la cual no está dispuesta a conformarse con lo que hay, y ciertamente, tampoco con lo que haya habido. Esta generación no está dispuesta a dejar que esa chispa interior se apague. Es una generación que quiere saber, comprender y descubrir el propósito de la vida. Ellos, nuestro hijos, no descansarán hasta que no les traigamos algo real, algo que alimente sus corazones.
Introducción al libro "Niños del Mañana", guía para educar niños felices en el siglo XXI.
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