¿Cuál, si existe, es la
conexión entre el cuerpo y el alma? ¿Se “reviste” el alma en el
cuerpo? ¿Adonde va el alma cuando el cuerpo fallece?
En estos días, la ciencia en particular y
la humanidad en general, son incapaces de entender cómo una fuerza abstracta,
espiritual, puede “revestirse” en una sustancia corporal. En los textos
originales de la Cabalá, el término “cuerpo” no se refiere al biológico, y el
término “alma” no tiene que ver con el espíritu vital del cuerpo físico. Un
“cuerpo” en Cabalá, es la realidad que se manifiesta en un individuo a
través de los cinco sentidos físicos, y el “alma” es la realidad que
se experimenta a través del sexto sentido.
La Cabalá explica que cada persona tiene
este sentido en estado potencial, y que se desarrolla con el tiempo, ya
que nadie nace con el mismo desarrollado. Este sexto sentido no tiene que ver
con habilidades psíquicas o poderes de intuición, ya que éstas son
pertenecientes a este mundo y aparecen en individuos que son
extremadamente sensitivos a la Naturaleza. Esta sensibilidad permite ver
futuros eventos y percibir eventos pasados, pero nada que pertenezca al mundo
espiritual. Es meramente información extra acerca de nuestra existencia terrenal
y biológica, pero únicamente el sexto sentido nos capacita para la
percepción del Mundo Superior.
La Cabalá explica que el sexto sentido se
desarrolla cuando la persona logra elevarse por encima de este mundo y empieza
a sentir más allá de los cinco sentidos físicos. La nueva percepción es llamada
“Luz Superior”, y en el momento en el que se experimenta ocurre una
liberación sensorial y se vivencia un placer que nunca había sido sentido
anteriormente. Pero en realidad, es imposible explicar cuál es la sensación de espiritualidad,
a menos que una persona sea capaz de alcanzarla. Es un nuevo sentimiento tan
difícil de transmitir como una puesta del sol para un ciego de nacimiento.
(Cabalá Hoy, Edición #5)
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