PREGUNTA: ¿Es posible que alguien que nació en pecado, no peque?
RESPUESTA: Por supuesto que no. Todos nosotros hemos nacido en pecado y no podemos evitar el pecado. Nadie espera que seamos ángeles. Lo qué se espera de nosotros es que nos demos cuenta de esto y que entendamos que es realmente un pecado.
Un pecado es cualquier deseo dirigido en contra de la conexión con los demás, en contra de la corrección de la ruptura. El alma común se rompió y ahora cada uno existe en un sistema roto, solo con su egoísmo. Yo quiero utilizar este egoísmo de alguna manera para usar a los demás, pero esto no es malo, es un deseo natural.
El egoísmo real contra el que tenemos que resistir y contra el que tenemos que trabajar, sólo se manifiesta cuando realmente intentamos conectarnos con los demás, y surge en mí una resistencia, una falta de deseo de estar conectado con ellos. La gente común, que opera en este mundo de una manera habitual, no es llamada egoísta. Ellos no están tratando de unirse en un solo sistema.
El egoísmo sólo se manifiesta bajo la condición de que la persona esté planeando conectarse con la intención de corregir la ruptura, es decir, de unirse con el propósito de revelar al Creador. Y es posible que yo ni siquiera desee esto. Pero si yo aun así hago un esfuerzo, entonces se me revela el mal que hay dentro de mí o el poder de la ruptura. Este es el verdadero egoísmo.
¡Pero la persona común que no trabaja con esto, no tiene egoísmo! Primero necesitamos descubrir el poder de la ruptura que opera entre nosotros. Luego, nosotros seremos capaces de corregirlo y convertirlo en el poder de la unidad. Este será el reconocimiento del mal, la oración nacerá de él y llegará la corrección, la bondad.
Todo este proceso sólo les sucede a aquellos que tratan de conectarse con el propósito de corregir la ruptura y de revelar al Creador por el bien de complacerlo a Él al hacerlo. Tiene que estar absolutamente claro para nosotros que todo esto sólo ocurre con esta intención. Entonces nos conectamos a la cadena de acciones que nos ayudan a revelar el mal, pedimos ayuda y recibimos la fuerza para llevar a cabo la corrección, y alcanzamos la revelación.
(De la 1° parte de la lección diaria de Cabalá del 9/14/12, Escritos de Rabash)
(img: bajmon.deviantart)
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