Entonces
no temer a los fallos, los problemas, las caídas. Es totalmente
inevitable, sino al contrario, yo los espero, porque de esta manera
puedo a través del entorno, mediante el apoyo, por la Arvut
(responsabilidad mutua). Porque sin Arvut
no comenzamos el camino.
Desde la entrega de la Torá
y en adelante, la condición de Arvut
siempre debe estar desde el principio en cada uno de los peldaños,
renueva. Entonces debo esperar las cosas malas y buenas como uno.
Mucho más las cosas malas, porque a través de ellas puedo expresar
mi lealtad, fe por encima de la razón, ahora precisamente a través
de situaciones como esas puedo elevarme del sistema y estar en el
próximo nivel.
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