El sistema de conexión entre nosotros se revela gradualmente gracias al hecho de que nos conectamos. Dentro de esta conexión nosotros sentimos nuestros deseos, los cuales comienzan a conectarse poco a poco, y fluye en ellos la fuerza general.
Esta fuerza y la Luz que se revela dentro de nuestros deseos es la imagen del Dador que está en el exterior. Lo hemos construido y descubierto por nosotros mismos. Esta imagen es llamada el Creador, es decir Bore, ven y ver (Bo Rehen hebreo).
El Creador existe solo si el ser creado lo construye y lo descubre a Él con sus deseos, sus intenciones, sus aspiraciones y sus esfuerzos.
Puede parecer extraño, puesto que después de todo, se nos dice: “Yo soy el primero y yo soy el último”, “No existe nadie más aparte de Él”, “Su gloria llena toda la tierra”. Y después de todo esto, ¿se nos dice que la persona misma construye su propio Creador?
Nosotros aún estamos dispuestos a creer que tenemos que revelar al Creador que está oculto, como si moviéramos la cortina tras la que Él se esconde. Pero se nos dice que nosotros somos los que construimos la forma que llamamos Creador.
(De la 1° parte de la lección diaria de Cabalá del 9/20/12, Escritos de Rabash)
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